¡Gracias Irma!

Gracias Irma. Gracias por los padres ausentes que regresan a casa a resguardarse junto a sus hijos para enfrentarte. Gracias por las familias que llevaban tiempo alejadas y que ahora se unen. Por el vecino que ayuda al otro en el momento de necesidad. Por las multitudes que se juntan y cooperan entre sí. Por devolvernos la fe y las oraciones. Gracias por recordarnos que no somos los dueños de este planeta y que no somos los únicos que lo habitan. Por mostrarnos que no somos superiores a la naturaleza. Por enseñarnos, que a pesar de creernos dioses, somos tan vulnerables.

Gracias por sacar lo mejor de nosotros. Por recordarnos que podemos ser solidarios, humildes y sinceros. Por hacernos reconocer, que no es de débiles pedir ayuda ni de idiotas brindarla. Por hacernos caer en cuenta de que la naturaleza es la que manda y siempre será así. Gracias por los muchos que están un poco más comprometidos con el cuidado del medio ambiente.

No creo que seas malo o cruel; creo que solo eres un mecanismo de defensa de la tierra ante todos los ataques que los humanos lanzamos. Lo único que haces es responder ante las atrocidades de nosotros, que pretendemos llamarnos personas; pero abusamos de la tierra y el agua. Gracias por defenderte y hacer que, al menos por unos días, dejemos de destruir el planeta.

Gracias por los delfines que resguardaron en Cuba. Por los ecosistemas marinos que ahora estarán un poco más limpios. Por las zonas de invasión a la naturaleza que ahora dejarán de existir. Por demostrarnos la magnificencia y el poderío de la naturaleza. Gracias por ser un espectáculo tan lindo a la vista. Sobretodo, gracias por hacer justicia contra aquellos que tanto daño le hacemos al planeta.