Voluntad y esfuerzo en San Cristóbal
- María Camila Giraldo
- 19 jul 2017
- 1 Min. de lectura

Rescatar los gatos abandonadas, brindarles un techo y alimentación sin esperar una retribución económica son las tareas de Aracelly y Jorge, fundadores del Refugio ARRA, ubicado en la vereda Pedregal Alto, Corregimiento de San Cristóbal.
Desde hace un año aproximadamente, ambas personas dedican su vida al cuidado y protección de 53 gatos. Su intención no es económica, sino voluntaria y de amor por los animales.
Su trabajo muchas veces es independiente, ya que no cuentan con el apoyo o patrocino de alguna entidad pública o privada, la ayuda que reciben es de personas que les colaboran con alimentos, medicamentos, cirugías y lo que necesitan para el cuidado de estos animales.
La labor altruista que desempeña Aracelly y Jorge contrasta con las condiciones socioeconómicas del sector, sin embargo el amor y la dedicación motivan el diario vivir de esta pareja. Ambos aseguran que necesitan el apoyo de entidades o fundaciones que cuidan a los animales para continuar con su labor, silenciosa pero sobresaliente.
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